Hay una obra arquitectónica en Zamora que es una maravilla, pero al no estar en el casco antiguo muchos que visitan la ciudad se van sin conocerla. Esta maravilla es la estación de ferrocarril, de estilo neo-plateresco, iniciada por el ingeniero Antonio Salazar Martínez y finalizada por Marcelino Enríquez Parrondo en la primera mitad del siglo XX, período en el que algunos arquitectos imitaban las obras de los siglos precedentes, como lo hizo Gaudí con su famosa catedral, la Sagrada Familia de Barcelona, de estilo neo-gótico. Espero que la llegada del AVE a Zamora sea una buena oportunidad para ver esta joya al inicio de la visita. Aquí os dejo una pequeña muestra.
Por otro lado, en el casco antiguo de la ciudad, se encuentra el edificio de la antigua Diputación de Zamora, obra de finales del siglo XIX, con una fachada de estilo neo-renacentista, realizada por el arquitecto Pablo Cuesta y Sánchez, colaborando en su interior Segundo Viloria, con un estilo marcadamente ecléctico, cuyo salón de sesiones contiene una pintura de Viriato realizada por el pintor catalán Ramón Padró i Pedret.
Interior de la antigua Diputación (Segundo Viloria)
Pintura de Viriato en el salón de sesiones (Ramón Padró i Pedret)
A principios del S XX se inició la construcción de la iglesia de Nuestra Señora de Lourdes en el barrio de Pantoja, a pocos metros de Las Tres Cruces. Es una imitación del estilo románico, con su ábside semicircular y una esbelta torre campanario. Fue inaugurada en 1930.