Zamora bajo el manto dorado de la calima
No son ni amaneceres ni atardeceres. Unas fotos pueden haceros creer que están hechas al amanecer o al atardecer; otras que están hechas en un día de niebla. Pero ni lo uno ni lo otro. Es simplemente calima, ese polvillo en suspensión en la atmósfera procedente de África.
La calima le da un color especial a Zamora, es como si todo el día fuera un atardecer perpetuo.